Alepo Oriental – crédito Omar Sanadiki/Reuters
Les agradecemos a lxs traductores anónimxs que publicaron esta traducción el 28 de diciembre de 2016 en la pagina web Insumissia
Los miembros del Comité de Solidaridad Rojava-Siria de Rosa Negra (BRRN-RSSC) condenan con la máxima contundencia al régimen de Bashar al-Assad y a sus aliados rusos e iraníes por su reciente conquista de Alepo Oriental. Esta brutal derrota de los rebeldes de Alepo, tanto seculares como islámicos, ha sido el resultado de un bombardeo y un asedio masivos indiscriminados por parte del régimen sirio y las fuerzas rusas e iraníes aliadas contra una población civil de 250.000 personas en los últimos meses. El 12 de diciembre de 2016, esta despiadada política de «tierra quemada» dirigida contra Alepo Oriental produjo una derrota final de los rebeldes, además de un «acuerdo» estipulando supuestamente su evacuación con las familias hacia áreas seguras. Informes fidedignos, sin embargo, advierten que, en numerosos casos, las fuerzas victoriosas de Assad y sus aliados no han observado estas anunciadas treguas desde la captura del resto de la ciudad: se les acusa de hacer desaparecer por la fuerza a cientos de hombres y niños desde que retomaron las restantes áreas donde había presencia rebelde dentro de la milenaria ciudadela. La derrota de los defensores de lo que antes se conocía como «Alepo Libre» ha sido alcanzada por los métodos más crueles, que incluían la destrucción ilícita de vidas humanas, especialmente las de niños, mediante el bombardeo aéreo masivo del régimen y ruso, y los ataques de artillería a los distritos rebeldes. Las extensas atrocidades de las que están acusadas las fuerzas militares y paramilitares sirias que han tomado Alepo Este coinciden con el modus operandi general de terror despótico del régimen de Assad, que ha dado lugar a una cifra estimada de 60.000 desapariciones forzadas desde el comienzo de la Revolución Siria en marzo de 2011.
El RSSC reconoce claramente que la Revolución Siria existe y continúa, incluso en medio de la pérdida de Alepo a manos de las fuerzas del régimen. La devastadora caída de Alepo y el enorme sufrimiento humano que ha sufrido representan tragedias de inmensas proporciones que no pueden ser ignoradas por los revolucionarios y revolucionarias o la humanidad en general. Esta «victoria» para el régimen de Assad y sus crímenes contra la humanidad también anticipan consecuencias en general negativas para la revolución siria. Con la reciente captura por parte del Estado de Alepo y de Daraya hace cuatro meses, quedan pocas ciudades importantes de Siria que permanezcan fuera del alcance dictatorial de Assad. Salvo Rojava y el territorio todavía ocupado por el Estado Islámico, solamente Idlib y otras ciudades más pequeñas siguen bajo control rebelde. Desde los espacios saqueados, la destrucción de las necesidades básicas y el resurgimiento de las enfermedades raras hasta las desapariciones, las ejecuciones en masa, el enterramiento bajo los escombros de los edificios derrumbado, o el hecho de que sólo un hospital funcione en una ciudad de casi 2 millones… La gente se enfrenta a dos opciones posibles; o escapar de la guerra o luchar en ella. En cuanto a la lucha armada, deseamos aclarar que la tan denostada y ultraderechista Fatah al-Sham (anteriormente Jabhat al-Nusra o JAN) mantuvo una clara minoría dentro de las fuerzas rebeldes de Alepo Este, y que de hecho había sido expulsada del área por los revolucionarios organizados durante casi un año hasta el verano pasado, cuando se reagrupó para ayudar a romper el asedio mantenido por Assad y sus aliados, lo que lleva al resultado final que ahora observamos. En paralelo, los rebeldes del este de Alepo expulsaron a las fuerzas del Estado islámicos de la zona ya en 2014. En virtud de las circunstancias creadas por líderes autoritarios como Assad y los estados imperialistas como EEUU y Rusia, hay que apoyar a los refugiados a toda costa, y de todas las maneras que podamos. Es de esperar que Assad y sus aliados militares rusos e iraníes ahora repetirán el terror ejercido contra la población civil de Alepo Este, bombardeando de manera similar el resto de ciudades de mayoría suní y a la población hasta su sometimiento y llevando a cabo desapariciones forzadas y ejecuciones sumarias en masa.
Refugiados de Alepo – crédito Abdalrhman Ismail / Reuters
Al reflexionar sobre la caída de Alepo, debemos criticar el papel que el Partido de la Unión Democrática Kurda (PYD) y sus mundialmente conocidas milicias YPG e YPJ, jugaron en este proceso. Mientras que la izquierda antiautoritaria internacional ha aclamado acertadamente a la Revolución de Rojava (2012-presente) como un proceso emancipador que recuerda a la Revolución española de 1936-1939, se ha prestado menos atención a la relación entre Rojava y el régimen sirio. La verdad es que los innegables logros de la Revolución del Kurdistán sirio fueron posibles gracias a la retirada de las fuerzas de Assad de la región noreste de Siria en 2012.Todo lo contrario por desgracia que la situación de la Revolución Siria, con las pérdidas masivas durante estos mismos años de los movimientos de la mayoría árabe suní en las regiones del país levantadas contra Assad. De hecho, algunos comentaristas críticos han acusado al PYD, ya sea por permanecer «neutral» o incluso ponerse abiertamente del lado del régimen desde 2012. En lo que respecta a Alepo, se acusa a las milicias del PYD de haber conspirado con Assad y sus diversos aliados internacionales reaccionarios para el desmantelamiento de sistema del consejos de Alepo Este y de ayudar a llevar el distrito de la ciudad de nuevo bajo el control del estado. Deseamos investigar más estas afirmaciones sobre las acciones de las milicias del PYD en Alepo, expresando nuestra preocupación, y declaramos nuestro apoyo -salvo en algunos de los aspectos militares del PYD- al movimiento TEV-DEM que lucha para implementar el confederalismo democrática mediante la construcción de poder popular basado en las comunas y concejos de la región, así como a los elementos específicamente feministas de la Revolución de Rojava.
En medio de este giro negativo de los acontecimientos posteriores a la caída de Alepo -el silenciamiento de las revoluciones árabes, tal vez, al menos en este momento- reconocemos la dignidad de la resistencia de la defensa civil de Siria a las atrocidades de Assad, Rusia, Irán y sus milicias aliadas. Declaramos nuestro apoyo a la revolución siria que se mantiene viva en los restantes Comités Locales de Coordinación (LCC) y en los esfuerzos paralelos de autoorganización, así como en el martirio de las personas muertas desde el inicio de la revolución y su desarrollo en una guerra civil regional/mundial . Denunciamos el terrible desprecio por la vida humana demostrado por el Estado contrarrevolucionario y las fuerzas militares internacionales en Alepo y en gran parte de Siria. Exigimos el cese inmediato de las ventas y transferencias de armas al régimen de Assad y la retirada de los militares rusos e iraníes y las milicias chiítas iraquíes, libanesas y afganas que están sosteniendo una dictadura que se tambalea, además de la cancelación del apoyo de EE.UU y la OTAN a las milicias kurdas y el apoyo económico y militar a los rebeldes islámicos de derecha por parte de Turquía, Arabia Saudí, Qatar y el resto de monarquías reaccionarios del Golfo. Creemos que sólo despejando Siria de todas las intervenciones imperialistas se logrará avanzar hacia la justicia y la liberación, ya que estas fuerzas imperialistas inevitablemente sólo causarán una degradación de las estrategias emancipadoras, y contribuirán a un aumento de la guerra entre potencias. Apoyamos además la investigación inmediata y el enjuiciamiento de Assad y sus aliados por sus violaciones del derecho internacional y natural. Animamos a nuestros camaradas y lectores en todas partes a que se organicen a favor de los refugiados sirios y de la revolución amenazada, contra la intervención extranjera y el militarismo en Siria, así como contra el resurgimiento fascista de Assad.
Alepo Este – crédito Omar Sanadiki / Reuters
الشعب يريد إسقاط النظام
¡Al-sha’ab yourid isqat al-nizam! «¡El pueblo quiere la caída del régimen!»